martes, 30 de septiembre de 2008

Don Quijote, imaginación y libertad

El Caballero de la Triste figura, multiplicador de sentidos, pretende amoldar la realidad a los parámetros de su imaginación. Intenta de esta forma superar los estrechos límites de su tiempo, que son los nuestros, los que nos impone el estrecho corsé de la realidad. En el intento por transformar el mundo, fuerza la realidad reinventándola. Así consigue que su mundo de ensueño se haga realidad. La utopía se hace posible gracias a su imaginación.
Eduardo Galeano dice que la utopía nos ayuda a caminar en este caso a caminar en el mundo de la imaginacion donde todos somos libres